martes, 13 de octubre de 2015

Física cuántica y amor a todo

Física cuántica y amor a todo





Una onda cuántica de luz se compone de subidas y bajadas, de fases positivas y negativas. De forma similar, usted se compone de emociones positivas y negativas, de subidas y bajadas de su consciencia. Las mismas leyes gobiernan ambas cosas. Las fases positivas de luz se llaman positrones. Las fases negativas se llaman electrones. Ninguna de estas fases por si misma es luz; cada una de ellas tiene masa y participa en lo que se denomina densidad. Si una onda de luz representara la verdad, las fases positivas o negativas solas representarían verdades a medias.

Cuando las fases positiva y negativa se juntan en perfecto equilibrio, dan lugar a la luz. La luz no se mueve a través del espacio como un rastro continuo brillante, sino que va y viene dentro y fuera de la existencia, conforme salta de una onda completa (un cuanto) a la siguiente. Entre los puntos de luz (fotones) se encuentran las partículas mediocuánticas positivas y negativas (positrones y electrones).
Eso es un salto cuántico: un salto desde un estadio radiante de iluminación al siguiente.

Existe una ley en la simetría, en la física cuántica, que excluye cualquier estado aislado de semicuánticos (positrones). Parece ser que en el universo siempre existe un estado semicuántico (electrones) para equilibrarlo. Todos los fenómenos son universalmente quánticos totales. Al estudiar dicha ley pensé: “eso quiere decir que no puede haber cosas como la felicidad sin tristeza o la tristeza sin felicidad”.

En medio de las experiencias positivas y negativas, entre lo que le gusta y lo que no le gusta, se encuentra el núcleo de la experiencia humana, que no es otra cosa sino el amor. El verdadero amor es una síntesis de dos aspectos de una onda y una onda completa es luz, que también se puede llamar “amor”. El amor es un estado cuántico completo. Los físicos saben que un estado cuántico completo no posee masa ni carga, ni espacio ni tiempo, que por definición es espiritual e incondicional.
La consciencia es luz y nace en estados cuánticos completos. Dios es luz cuántica completa.

El amor lo defino como” la síntesis o la mezcla perfecta de dos percepciones dualistas, la suma de todas las polaridades”. (…) cuando la felicidad y la tristeza se juntan, forman el amor. (…) lo positivo y lo negativo, el electrón y el positrón, todos ellos son dualidades y cuando se unen por completo son amor. Sea cual sea la “…logía” que usted investigue, todas conducen a la misma esencia: el amor, la teoría del campo unificado que penetra en cada ser humano y los une a todos.

Para crear la luz es necesaria la unión perfecta de las partículas positivas y negativas y, exactamente de la misma manera, usted necesita ambos lados de cada acontecimiento para alcanzar su verdadera naturaleza, que también es luz. La luz en el centro es amor incondicional; las ondas o partículas emocionales son amor incondicional. Atraen a su lado opuesto, que usted necesita para regresar al centro, pero todo es amor.

pp. 48 a 52

La experiencia descubrimiento.

Un nuevo y revolucionario método para la transformación personal.

Dr John DEMARTINI, ed. Urano 2002.


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