miércoles, 23 de marzo de 2016

El amor explicado científicamente, ¿Es solo Bio-Química o existe algo más?

El amor explicado científicamente, ¿Es solo Bio-Química o existe algo más?



Introducción:

Pese a que el amor es un sentimiento de los más complejos y en el que influyen muchos factores, hay un factor que se está demostrando que tiene más incidencia que todos los demás: El factor Bioquímico, un factor cuyo estudio ha empezado hace relativamente poco, pero que está demostrando que el amor se puede explicar como una mezcla de instintos básicos derivados del proceso evolutivo, procesos cognitivos y principalmente uncóctel químico y de hormonas que genera nuestro cuerpo.


Aviso: Este artículo es muy extenso y posiblemente no guste a todo el mundo, aunque recomiendo a todos que lo lean si tienen cierta curiosidad sobre cosas que afectan al 100% de las personas de este mundo: El amor.

A lo largo de la historia el amor siempre ha sido idealizado por poetas, pintores, cantantes o artistas y hemos pensado que se trataba de una fuerza imparable dentro de nosotros, ahora veremos la parte científica que hay detrás de esa fuerza. Los principales estudios en esta materia, como los de Stephanie Ortigue (Neuropsicóloga) o Helen Fisher (Antropóloga), demuestran que en la atracción romántica o en el amor, hay tres factores determinantes o etapas que veremos en profundidad: El impulso sexual, el amor romántico y el cariño o los sentimientos de apego profundo.

1) El Impulso Sexual:



Esta es la fase en la que sentimos el impulso de atraer a otras personas y conocerlas. El impulso sexual es diferente del afecto y del amor romántico. Se inicia en el córtex cingulado anterior con la testosterona y los estrógenos, hormonas que nos aportan lujuria y atracción, es una fase que puede tener una duración de unas semanas a varios meses. Es la etapa en la que nos interesamos por conocer a alguien e intentamos cortejar a esa persona.
Instinto o Necesidad Biológica:

Tras años de evolución, el objetivo de toda especie ha sido la procreación y perpetuación del ADN de la especie, y por ende de encontrar una pareja para tal fin. Al tratarse de un instinto, se basa en la actuación por impulsos más que por el razonamiento. El tema de la necesidad de procreación se ha tratado extensamente antes, por lo que no me extenderé mucho más aquí.
Sexo no es lo mismo que amor, aunque puede crearlo:

El impulso sexual no tiene por qué despertar el amor, podemos tener relaciones con personas sin amarlas, aunque nuestro cerebro nos puede jugar una mala pasada, ya que hacer el amor generamos a nuestras amigas la dopamina y la norepirefrina, lo que puede hacer que tener relaciones sexuales con alguien que no consideraríamos como pareja, acabe enamorándonos debido a que el impulso romántico es más fuerte que el sexual químicamente hablando.


Amor a Primera Vista:

Al parecer eso del amor a primera vista no es tal y como lo imaginábamos, ya que los estudios más recientes confirman que las personas se suelen enamorar de alguien que se parece a si mismo, comparte creencias, valores e intereses, tiene un nivel educativo o cultural similar o pertenece a un mismo entorno socio económico. Al parecer, hay estudios que afirman que antes de que veamos a una persona y sintamos ese enamoramiento, ya hemos elaborado el prototipo de persona de la que enamorarnos.
¿Por qué nos gustan unas personas y otras no?:

Como hemos dicho, cuando nos enamoramos, ya solemos tener construido un mapa mental de circuitos cerebrales que determinarán lo que nos hará enamorarnos de una persona u otra. Los estudios sugieren que suele ser de gente cercana, misteriosa o de la que no conocemos lo suficiente, lo que hace que nos crezca el interés y esa persona nos parezca interesante. Cuando el cerebro se enfrenta a algo nuevo o novedoso, segrega dopamina de la que hablaremos más tarde. Este proceso va más allá de los simples rasgos físicos.

Respecto a la influencia de los rasgos físicos en la atracción, se centra principalmente en la búsqueda de una persona con rasgos faciales simétricos, o en la proporción cintura cadera en las mujeres. Este último factor depende principalmente del factor evolutivo y hereditario (La proporción cadera-cintura se hereda) de que las mujeres con una proporción del 70% entre la cintura y las caderas, tienen una mayor posibilidad de tener descendencia.

Los estudios sugieren que hay diferentes personalidades Biológicas:

Gente con altos niveles de dopamina: Creativos, curiosos, arriesgados, energéticos, espontáneos y flexibles. La gente de este grupo se siente atraída por gente con las mismas particularidades.
Gente con altos niveles de serotonina: Sociables, tranquilos, ordenados, meticulosos, prudentes, tradicionales que siguen las reglas y respetan la autoridad, se fijan en iguales.
Gente con altos niveles de testosterona: Directos, decisivos, tercos, analíticos, escépticos y buenos con los números. Se suelen relacionar con la gente del último grupo
Gente con altos niveles de estrógenos: Idealistas, emotivos intuitivos, dulces y fáciles de tratar y buenos para comunicarse con los demás. Estos dos últimos grupos se buscarán entre sí.
Los hombres y las mujeres nos enamoramos de formas diferentes.




Que los hombres lo tengan más fácil a la hora de encontrar visualmente a la candidata perfecta, es porque los hombre se enamoran más fácilmente, ya que tienen más actividad en la zona cerebral de los estímulos visuales, por lo que tan solo necesitan ver ciertas características en una mujer para enamorarse. Viendo estas circunstancias, no es de extrañar la atracción de los hombres por la pornografía. Destacar también el detalle de que 3 de 4 suicidas por desamor, sean hombres, por su facilidad visual para enamorarse.

Sin embargo las mujeres tiene una actividad más intensa en las áreas de memoria y rememoración, de ahí quenecesiten de esos pequeños detalles que los hombres no suelen recordar pero que para ellas significan mucho como el tema de las fechas y de recordar momentos pasados.
2) El Amor Romántico:

La etapa de El Amor Romántico, es la etapa en la que empezamos a enamorarnos de alguien, es una etapa que puede durar entre 1 y 3 años, un tiempo mayor al del resto de especies. Nos enfocamos en una persona que despierta en nosotros el siguiente cóctel químico, dejando un poco al lado el componente solo sexual y extendiéndolo hacia un sentimiento de responsabilidad hacia la pareja.

Una vez empezamos a conocer a alguien gracias al impulso sexual, aparece lo que se puede llamar “El colocón del Amante”, el cerebro registra un aumento de la producción de Feniletilamina, lo que conlleva un aumento de actividad en el área vectral-tecmental, la encargada de producir dopamina y un aumento de actividad del núcleo caudado, región primitiva del cerebro de donde emana la pasión. Se puede decir que el Núcleo caudado es el motor del amor romántico y la dopamina su combustible.




La dopamina es una hormona estimulante o neurotransmisor responsable de producir sensación de euforia, cambios de humor, mecanismos de refuerzo en el cerebro que controla la capacidad de sesear algo y que da placer. En conjunción con el Núcleo caudado, forman parte del sistema de recompensa del cerebro, una red que nos ayuda a detectar recompensar y hacer un esfuerzo por conseguirlas. Como por ejemplo, cuando nos enfocamos en una única persona o pareja para que transmita nuestro ADN.

Al mismo tiempo el cerebro también genera norepirefrina y oxiticina, comenzando un complejo trabajo de los neurotransmisores que nos hace estar enamorados, comportarnos como tal y apenas sentir fatiga alguna frente a esos arrebatos sentimentales. La oxitocina por ejemplo se produce en las relaciones sexuales y contactos íntimos como los besos o masajes. También es la responsable de que tras el orgasmo, se establezca un vínculo emocional más fuerte o que la combinación de la oxitocina con los estrógenos femeninos hagan que la mujer se sienta cariñosa y comunicativa tras el orgasmo y el hombre, en combinación con la testosterona, tenga ganas de descansar o dormir.

Gracias a este cóctel de hormonas, la persona en la que nos fijamos se convierte en el centro de todo, ya que la dopamina nos ayuda a enfocar nuestra atención, motivo por el cual empezamos a ver a esa persona como única.

En esta etapa de Amor Romántico, también disminuye la producción de serotonina, lo que provoca un pensamiento obsesivo de no poder vivir sin es persona, convirtiéndolo en algo parecido a una adicción ya que su función es fundamentalmente inhibitoria, afecta al sueño, afecta al estado de ánimo y a las emociones.

El hipotálamo envía a las glándulas de nuestro cuerpo la señal de aumentar la producción de adrenalina y noradrenalina. En este punto el corazón late más deprisa, sube la presión arterial sistólica o aumentan los glóbulos rojos para aumentar el transporte de oxígeno por la sangre.


El amor es ciego:

Es fácil comprobar con un escáner cerebral de una persona enamorada la expresión de que “el amor es ciego“, ya que el cóctel de hormonas que activan las áreas de recompensa, el resto de regiones relacionadas con emociones negativas y el pensamiento crítico y racional parecen estar en stand by o apagadas.
Mentimos para enamorar:

Debido a que la dopamina se asocia con la motivación y las conductas que nos llevan a esforzarnos por alcanzar un objetivo concreto, llegamos a cambiar nuestros gustos, estilo de vestir y características con tal de tener cosas en común y agradar a la otra persona y conseguir así nuestro objetivo.


El efecto Romeo y Julieta:

Cuando uno está en la fase de Amor Romántico, ni la mayor distancia parece ser un obstáculo y cualquier problema parece superarse con facilidad. Aunque detrás de este efecto, está de nuevo la dopamina, ya que cuando el cerebro detecta obstáculos o adversidades se encarga de aumentar aún más la producción de dopamina, haciendo que parezca que cualquier obstáculo se puede salvar.
El amor es una droga:

Esta expresión se puede fundamentar científicamente, ya que el amor,activa los mismos centros neuronales que el chocolate, la cocaína o el consumo de opiáceos, de ahí que sea adictivo. Al principio basta con un poco, luego necesitamos cada vez más una nueva dosis, que nos calme. Aunque mal controlado, el amor produce ansia, obsesión y dependencia emocional y física. Se trata de esa sensación de no poder vivir sin alguien o necesitar a esa persona para vivir.

Como hemos dicho antes, es nuestro sistema de recompensa impulsado por la dopamina el que nos impulsa a conseguir lo que deseamos, felicidad en el caso de ser recompensado pero también ansiedad y depresión si se es rechazado.

Los Celos, las inseguridades y las infidelidades:



Cuando nos enamoramos somo posesivos, analizamos todos los detalles de la otra persona y su comportamiento, y podemos aferrarnos al más mínimo detalle que consideremos falta de atención hacia nosotros para que crezca la inseguridad y termine desembocando en los temidos celos.

Los celos suelen ser diferentes para mujeres y para hombres. En el caso de los hombres, los celos suelen provenir más de un temor a una infidelidad sexual y de tener que criar a los hijos de otro, es decir, de la necesidad biológica y evolutiva de propagar nuestro ADN. Las mujeres en cambio temen la infidelidad emocional o pensar que el hombre la abandone y se quede sola para el cuidado de su descendencia

Es curioso que los humanos seamos monógamos pero a su vez tengamos tendencia a tener muchas relaciones, de hecho, la infidelidad permite desde un punto de vista evolutivo, que las mezclas de genes sean mayores y aumente la variedad en la población.
3) El Cariño y Los sentimientos de Apego Profundo:



La etapa del cariño y los sentimientos de apego profundo puede romper la pareja o durar toda la vida. Todo depende de aprender a distinguir entre el amor romántico y un amor más dilatado en el tiempo donde fluctúan muchos componentes como la convivencia, el conocimiento mutuo, el apego, los afectos, la estabilidad, el equilibrio o la seguridad. Se trata de un amor más compañero, guiado por el matrimonio o los hijos y la responsabilidad que conllevan. Por este motivo puede que una vez la gente se casa o tiene hijos, tardan poco en separarse, porque su cuerpo manda la señal química de que han completado su objetivo.

El amor Romántico es desde el punto de vista científico, una enfermedad transitoria y finita, ya que genera un gasto energético muy alto y que no se puede sostener por mucho tiempo, de ahí que pasado un periodo de entre 18 y 36 meses, ese amor romántico desaparezca y se necesite algo más.

Para regular este estado tan energético, el hipotálamo segrega endorfinas, vasoprexina y oxitocina, hormonas responsables de los lazos de cariño o la responsabilidad hacia los hijos y la pareja. Curiosamente estas hormonas recorren la sangre durante el orgasmo, de ahí la sensación de fusión y establecimiento de vínculos, la calma, la unión y la sensación de seguridad que se dan tras el coito con una pareja de larga duración y la insatisfacción que se puede tener posterior al placentero orgasmo en relaciones sexuales sin amor.

Esta fase es la que decide el futuro de una relación o pareja, ya que en la fase de amor romántico, creamos un arquetipo tan idealizado y cristalizado que con la rutina y el descenso de nuestras amigas las hormonas, suele acabar con la relación. Si en la fase anterior no se han creado intereses comunes o empatía, llegará el momento de la separación, frustración y odio. No es de extrañar la cantidad de nuevos matrimonios con niños recién nacidos que acaban separados. No han vivido apenas esta fase y se la encuentran de bruces.

En esta etapa hay estudios que demuestran que las muestras de cariño como un clásico beso al despertar o los abrazos, aportan motivación y actitud positiva y refuerzan los lazos en esta etapa de sentimientos de apego profundo. El contacto y las muestras de afecto también generan cambios químicos positivos en nuestro cuerpo, ya que para los humanos el contacto físico es una necesidad y una fuente de bienestar que nos aporta sensación de protección, disminuye el estrés y genera lazos emocionales.

Visto esto está claro que cuando se empieza a perder el amor romántico, es cuando es más necesario que nunca reforzarlo con este tipo de contacto y no evitarlo. Especialmente las mujeres, con las que está demostrado que un abrazo genera oxitocina, y con ella bienestar y calidez, lo cual también les afecta el momento previo y posterior al parto. De hecho se ha podido comprobar que gran parte de las depresiones en ancianos se debe a esta falta de contacto físico. Esta necesidad de los mamíferos se puede comprobar con las mascotas incluso.

Ruptura, rechazo y desamor:

Como ya mencionamos antes, el amor tiene los mismos efectos que las drogas y es una adicción. Al tratarse de una adicción, la cura suele ser la misma que con cualquier adicción como el alcohol, cortar todo contacto con la adicción. Sin duda se trata de la mejor cura para el mar de amores.
Reconquista:

El rechazo y la ruptura nos hace protestar desde el dolor y la ira de la pérdida, generando emociones intensas equiparables a las del amor, ya que curiosamente, las mismas sustancias que nos hicieron enamorarnos, reaparecen para retener a la persona amada, se gana motivación por reconquistar a la persona amada y el cerebro genera más dopamina. Es el último esfuerzo químico de nuestro cuerpo para luchar por el amor hacia una persona y que puede llegar a ser igual de intenso que en el amor romántico.
Del amor al odio hay solo un paso:

Esto explica como cuando alguien nos rechaza, se intensifica el deseo de reconquistarlo, aunque si la otra persona no nos corresponde, podemos pasar del amor más intenso a la ira y el odio. El amor y el odio generan prácticamente las mismas sustancias y reacciones en el cerebro, de ahí que podamos amar a alguien con locura y al mismo tiempo odiarle. Cuando odiamos a alguien concentramos tanto nuestra atención como cuando amamos.


Resignación:

Si la pareja se rompe definitivamente, aparecen latristeza y la depresión debido al rechazo y a la rendición. El cuerpo humano decide que no puede soportar tal desgaste energético y deja de producir nuestro famoso cóctel, trayendo el abandono de la ira yla resignación a la pérdida. Esta resignación será más o menos dolorosa según nuestro autoanálisis y autoestima.
Vuelta a empezar:

El abandono genera estrés, que al prolongarse, hace que los niveles de dopamina, norepirefrina y serotonina bajen por debajo de lo normal, haciendo que entremos en depresión. Se trata de un mecanismo catártico para poder empezar de cero. Solo el tiempo nos saca de este estado, ya que nuestro cuerpo y mente necesitanrecuperarse del tremendo gasto energético que se había vuelto insostenible.

Científica y químicamente, hay una tendencia natural a cambiar de pareja cada 4 años y de no imponer la monogamia. Algunos estudios creen que coincide con el ciclo biológico de las mujeres del tiempo necesario para recuperarse entre tener un niño y otro.
4) Opinión y Conclusión:

¿Se puede decir que el amor es solo química y nada está en nuestras manos? Prácticamente la química es el factor más potente en el complejo sentimiento del amor, de hecho, desde un punto de vista científico, todos nuestros pensamientos o emociones son productos de reacciones químicas.

Personalmente y como he podido comprobar en la práctica, la química casi siempre acaba saliéndose con la suya aunque me gustaría pensar que una parte del amor queda en nuestras manos, ya sea en forma de esfuerzo, dedicación y de continuar esa lucha de mantener lo que hemos conseguido con amor y lo que la dopamina empezó.

Pienso que el amor es muy complejo como para reducirlo solo a la química, ya que se puede ver influenciado por factores sociológicos, culturales y muchos más, aunque al menos ya tenemos una explicación científica sobre muchas de las cosas relacionadas con el amor. Vivimos en una época donde la libertad ha ocasionado una separación del sexo de la reproducción y el sexo del amor

Creo que el problema de las parejas de hoy en día es que a la primera dificultad que aparece en la fase de apego profundo, dan por perdida la relación y dejan escoger a la química por ellos sin saber que hay algo más, se dejan vencer por ese instinto de cambiar de pareja y volver a la etapa de amor romántico. No digo que la persona de la que te enamores en la primera fase tenga que ser la definitiva, pero pienso que deberíamos esforzarnos en trabajar la etapa de apego profundo mucho más, ya que la de amor romántico prácticamente no conlleva esfuerzo. Deberíamos tener una autoestima y mentalidad positiva, gestionar nuestro estrés y ayudar a nuestra pareja con el suyo o recordar los momentos felices y trabajar la relación en lugar de dejar que la química lo decida todo.

Tampoco sería razonable ignorar estos conocimientos científicos y ya que el amor no viene con manual, no estaría mal ser consciente de que una relación casi nunca podrá mantener el nivel de pasión y romanticismo de los primeros años, que llegará un momento en el que habrá que aprender a querersecuando se pierda el amor romántico y valorar si vale la pena seguir adelante o no. Recomendar también luchar contra las ganas de mostrar una versión mejorada de nosotros en el enamoramiento para que luego el desencanto no sea tan grande como suele ser hoy en día.

Si has conseguido leerte el artículo completo, te animo a que repases tus experiencias y casos conocidos para descubrir la importancia que tiene la química del amor en nuestras vidas.
Nota: No soy ningún científico ni nadie “Homologado” para hablar de este tema, aunque si he tenido el cuidado de investigar y ceñirme a fuentes con credibilidad para poder escribir este artículo producto de una larga investigación. Como tal puede contener fallos que me gustaría conocer si alguien los encuentra. Igualmente, no pretendo escribir un artículo de referencia, simplemente recopilo el trabajo de mi investigación, lo expongo y al final doy mi opinión del tema.



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