Sucede además que cuando unimos nuestra energía se puede producir una contaminación aurica y las relaciones de este modo también damos nuestro poder y vibración de vida a la otra persona, creando lo que antiguamente llamaban puentes de poder o lazos kármicos.
Los líquidos seminales y vaginales se convierten en plasmas energéticos dentro de los cuerpos sutiles y por ello el lazo no se rompe fácilmente. Es así como seguimos unidos con todo aquel con quien hemos compartido nuestra cama, nuestro espacio y nuestro cuerpo físico y energético. Esta unión energética dura siete años a partir de la ultima relación.
Si bien la unión energética hace que la energía del otro se mezcle con la de nuestra aura, al fusionarse una con otra, también durante la unión se forman lazos o cordones a través de los chakras.
Tales cordones también son perdurables y sirven de puente para la constante comunicación energética, aun cuando la relación haya terminado. Esto explica las relaciones adictivas (según el chakra con mayores cordones), los apegos y las dificultades que se tienen para romper definitivamente con relaciones no sanas.
Los lazos energéticos tienen un aspecto positivo y un aspecto negativo. Si tenemos un lazo con alguien que nos quiere, nos enviará buenos pensamientos y energías. Si la persona no nos quiere y está pensando mal sobre nosotros, o está apegada y obsesionada, recibiremos por medio del hilo malos pensamientos, bloqueos, obstáculos y malas energías, hasta el punto que podemos llegar a enfermarnos. Al mismo tiempo, esto obstaculiza la formación de una mejor relación de pareja.
El nido energético
Ocurre también que una de los dos personas, o ambas, tiene relaciones con varias parejas muy densas y contagiadas con energías de otros, creando lo que se denomina un nido de larvas, dentro del cual se tienen relaciones.
Si estás con una persona que no le hace ninguna limpieza interna a su ser, ha estado con muchas otras y tampoco ha limpiado lo que las demás han dejado en ella, no sólo se adquiere parte de su carga energética, sino que también se toma parte de las energías de las demás personas que intimaron con ella.
Si una mujer queda embarazada en este tipo de vínculo, el ser que encarna viene del más bajo astral o muy impregnado con cargas densas, lo que tiene repercusiones en su calidad como ser humano.
Las cosas se complican cuando la cadena es grande; y los casados o comprometidos infieles contaminan a sus parejas al traer toda esa basura energética a su vínculo conyugal, “adulterando” la energía creada en su relación estable.
relaciones y responsabilidad
Conociendo todas estas implicaciones, antes de tener relaciones con alguien, deberíamos ponderar qué es lo que esto va a generar en nosotros mismos y en la otra persona. Conocer al otro se hace importante en toda relación de entrega íntima.
Lo anterior es difícil en los actuales tiempos, caracterizados por las relaciones rápidas guiadas por la atracción relámpago y una supuesta “química”. Ello hace que la mayoría de las personas tengan alta contaminación energética en sus campos , siendo posiblemente una de las principales causas de las dificultades que muchos experimentan para formar pareja y establecer relaciones estables y armónicas.
Observo, sobre todo, que es muy difícil entender lo referente al lazo kármico y sus siete años de duración, con la consecuente mezcla de basura energética derivada del revoltillo de energías de las parejas anteriores de las dos personas; ello aunado a la cantidad de relaciones que se pueden tener en esos 7 años, principalmente porque la tendencia es pasar de una relación a otra rápidamente, y la más de las veces no se toma el tiempo necesario para limpiarse antes de iniciar otro vínculo.
Como resultado -contrario a los deseos- se comienzan a atraer personas cada vez más cargadas y los problemas que se presentaron en las relaciones anteriores, aumentan en potencia y hasta se multiplican, pues por Ley de Atracción, quienes se acercan comparten nuestra vibración según las “cargas energéticas que se portan en el aura”. Si estamos muy contaminados con larvas y parásitos, tanto propias como de exparejas, se atraerán prospectos de relaciones en esa misma frecuencia.
Lo anterior explica la importancia de dominar los impulsos eroticos a través del ejercicio de la voluntad y de cuidar la salud de nuestra anatomía energética y espiritual; si no, seremos perjudicados tanto por la contaminación de nuestros campos auricos como por ataduras kármicas indeseadas. Así, el placer momentáneo se convierte en problema permanente.
El relaciones es espíritu y vida al servicio de la felicidad y de la armonía del universo. Por consiguiente, reclama responsabilidad y discernimiento, dónde y cuándo se exprese. El individuo necesita y debe saber qué hacer con su energía, observando cómo, con quién y para quién se sirve de tales recursos, entendiéndose que todos los compromisos en la vida amorosa están igualmente subordinados a la Ley de Causa y Efecto; y, según ese exacto principio, de todo lo que demos a otro en el mundo afectivo, ese otro también nos dará.
Lea también: Leyes universales y espirituales
¿Es posible limpiarse y romper el lazo de 7 años?
Una de las principales preocupaciones de quienes se enteran de las implicaciones energéticas y espirituales del relaciones, es el tiempo de duración de lazo que se genera energéticamente: siete años.
Para limpiarse y romper ese lazo, los esotéricos dicen que el mejor antídoto es el celibato durante ese mismo lapso de tiempo. Por ello, en tiempos antiguos se recomendaba esperar 7 años entre una relación y otra, incluso en casos de viudez.
Obviamente, en esta época la gente no quiere y muchas veces no puede (por compulsiones instintivas y presiones socio-culturales) esperar ese tiempo. Ante ello, existen algunas opciones, que no eximen de la responsabilidad y toma de consciencia recomendada en párrafos anteriores.
Las propuestas son las siguientes:
Ayuno: es el método más limpiador, principalmente luego de terminar una relación, siendo lo mejor para vaciarnos de la información del otro. Sería ideal, tomar al menos un año de ayuno luego de finalizar una relación.
Como vemos, la opción principal es el celibato, aunque se reduce el tiempo a un año para limpiarse de la energía de las relaciones y parejas que se han tenido. No obstante, esta alternativa sigue siendo un enorme reto para las grandes mayorías, sobre todo en una sociedad bombardeada por la erotica, y donde la búsqueda de placer es prioridad.
Elevar la vibración: otra alternativa es meditar y hacer una recapitalización, agradeciendo a cada una de las parejas, perdonando y autoperdonándose para ir limpiando los cuerpos energéticos a través de meditaciones con luz blanca, dorada, o violeta. La idea es cambiar la frecuencia vibracional a través de pensamientos y actitudes positivos.
Se pueden realizar ejercicios para el corte de cordones energéticos, además de usar mantras, música, baños florales, con hierbas o con sal marina y aceite de olivo con sándalo.
Esta segunda opción luce más atractiva y fácil de hacer, aunque no es tan fuerte y transmutadora como la primera, pues no requiere del ejercicio de una mayor fuerza de voluntad con su consecuente cambio y elevación del nivel de consciencia.
Lo ideal sería combinar ambos métodos para la limpieza energética.
Atención!! Estos post son meramente informativos... Solo pretendemos informarte y no sustituir a tu medico de cabecera. Recuerdalo: El tiene siempre la ultima palabra. Aconsejamos que consultes siempre a tu medico y que realices controles médicos si tu salud lo necesita. Nosotros solo te damos un punto de referencia para que puedas conocer lo que te esta pasando..
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