martes, 22 de abril de 2014

Alto secreto: soldados españoles disparan contra humanoides ¡Abran fuego!: ovnis aterrizan en bases militares

Alto secreto: soldados españoles disparan contra humanoides  ¡Abran fuego!: Ovnis aterrizan en bases militares


Nada tienen que envidiar al mejor guión de una película de ciencia-ficción, pero los sucesos que pasaré a narrar a continuación son tan reales como que usted está leyendo estas líneas.

Y es que son decenas los incidentes ufológicos ocurridos en instalaciones del Ejército español: OVNIs que toman tierra, que realizan imposibles maniobras sobre bases aéreas, que aparecen de la nada y se desmaterializan… Por no hablar de aquellos casos, todavía más espectaculares, en los que miembros de las Fuerzas Armadas acaban abriendo fuego contra seres de aspecto humanoide…

Frente a unas tazas de café bien caliente, Daniel (nombre supuesto), militar destinado en la Base Aérea de Cuatro Vientos –instalación militar que comparte espacio con un pequeño aeropuerto civil–, se dispuso a narrarme una experiencia OVNI que había protagonizado años atrás en el interior del acuartelamiento. «Ocurrió en junio de 2004», comenzó con su relato. No le permití continuar. «Espera un momento –le espeté, tirándome de cabeza a la piscina–. A ver si acierto. Esto sucedió a las doce y dos minutos de la noche del 2 de junio de 2004». En ese momento, mi interlocutor abrió los ojos y se reclinó en su asiento, mirándome fijamente como si estuviera contemplando a un extraterrestre. «Pero… tú tienes otra fuente. ¿Quién te lo ha contado?».

En realidad no disponía de ningún confidente. Me arriesgué porque en la fecha y hora apuntada un enorme objeto en forma de proyectil cruzó la península Ibérica, siendo avistado por miles de personas (AÑO/CERO, 282). El No Identificado fue detectado por los radares militares de Portugal, tal como me confirmó el coronel Carlos Barbosa, entonces portavoz de la Fuerza Aérea Portuguesa (FAP). De modo que el Ejército luso permaneció varios días en estado de máxima alerta.

En su momento, entrevisté a decenas de testigos de este incidente. Sin embargo, lo verdaderamente sorprendente del caso es que, al tiempo que el No Identificado cruzaba los cielos peninsulares –a las 00:02 minutos–, en distintos puntos de la geografía española tenían lugar espectaculares encuentros cercanos con OVNIs. Por eso no me extrañó demasiado que el suceso protagonizado por Daniel ocurriera precisamente cuando pasaban dos minutos de las doce de la noche del 2 de junio de 2004. «Recuerdo que me encontraba de guardia dentro del hangar del 403 Escuadrón del Centro Cartográfico y Fotográfico (CECAF) del Ejército del Aire –me decía Daniel–. La noche era limpia, sin humedad ninguna, así que decidí salir un rato. No hice más que doblar la esquina del hangar, cuando vi frente a mí una luz muy potente, cegadora, que comenzó a aumentar de tamaño, o bien se estaba acercando, no lo puedo precisar. Estaba como a unos 80 metros de mi posición y a unos 30 del suelo, sobre el edificio donde se custodia el archivo fotográfico del CECAF, en plena Base Aérea de Cuatro Vientos».



«Casi me vuela la cabeza»

En un primer momento, mi informante pensó que se trataba de un helicóptero del 803 Escuadrón del Servicio Aéreo de Rescate (SAR) que debía tomar tierra esa noche, pero no se escuchaba ningún tipo de ruido, la luz era demasiado brillante y se encontraba bastante desplazada de la plataforma de aterrizaje para helicópteros. «El objeto volador era más bien ovalado, de un color blanco frío y desprendía jirones de neblina, como si estuviera rodeado de vapor de agua o algo similar –continuó narrándome–. Pasaron varios minutos y aquello empezó a elevarse sin brusquedades, hasta que desapareció».

Inmediatamente, Daniel se puso en contacto con el oficial de vuelos, un teniente quien le aseguró que no había contemplado nada extraño, «aunque me confirmó que en ese momento un operador del Servicio de Emergencias 112 estaba llamando a la base, porque varios vecinos de las viviendas colindantes a la misma estaban denunciando la presencia de ‘luces muy raras’ sobre las instalaciones militares».

Días después de entrevistarme con Daniel, viajé a Algeciras para verme con otro testigo de excepción, Andrés Gómez Serrano, un policía local retirado que vivió otro incidente ufológico mucho más desconcertante y espectacular cuando realizaba el servicio militar… (Continúa en AÑO/CERO 286).

Fuente: http://www.akashico.com

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