Creo que en todos los países habréis leído la semana pasada sobre el descubrimiento de centenares de bebés muertos en un convento católico, supuestamente abortados por madres solteras que allí se alojaban.
La noticia salió justo al tiempo de las últimas declaraciones del Tribunal Internacional de Derecho Natural que juzga las misas satánicas y rituales de sacrificio de niños dentro de la iglesia católica. Según la policía irlandesa: “los forenses han revelado que los restos hallados señalan a decapitaciones y desmembramientos típicos del crimen ritual. Estos bebés fueron masacrados”.
Mientras cientos de personas exigen en Dublín una investigación a fondo sobre estos hechos, la iglesia católica se defiende con su propia investigación… justo cuando los testigos ante el Tribunal de Derecho Internacional que juzga estos crímenes continúan sumando acusaciones.
La cuarta testigo que ha hablado vuelve a repetir algo que llevamos oyendo desde hace largos años: los niños sacrificados en esos rituales son sacados de hospicios y centros de detención de menores, dentro de una red conocida como “Octopus” que controla el tráfico de drogas*. El magnate judío-húngaro George Soros (que hoy toma el control de la empresa española FCC) ha sido señalado como uno de los integrantes de este famoso ya “Noveno Círculo” al igual que el hermano del rey de Holanda, Friso, el rey Alberto de Bélgica, el primer ministro de Holanda, Rutte, nueve jueces y numerosos políticos europeos. Los lugares donde se produjeron las cacerías de niños (sin comillas) son Oudergem, en Bélgica, y Zwolle, Holanda, bajo la protección de los propios soldados de aquellos países.
El Tribunal Internacional de Derecho Natural anuncia que se han formado sheriffs con autoridad por encima de la policía local para detener las misas satánicas que se van a celebrar este verano en sendas catedrales de Dublín (Irlanda) y Montreal (Canadá), ayudados de “unidades de acción directas”.
Al mismo tiempo, el recién creado Tribunal de Derecho Natural de Canadá declarará formamente la independencia de la corona británica en los próximos meses, derogando la obligación de pagar tributo a la reina Isabel.
El informe termina comentando las recientes declaraciones del arzobispo norteamericano Robert Carlson en el sentido de que “no sabía que violar niños fuera delito” como una prueba de que, en efecto, la violación de niños está aprobada por la iglesia católica dentro de la orden interna “Crimen Solicitationis”
*”Conspiración Octopus” es el título de uno de los últimos libros de Daniel Estulín, aunque tiene que ver con la mafia financiera.
PD: En el 6º capítulo de la serie Dinero y dios, explico el cometido de los rituales de sacrificios de niños dentro de la élite que emite el dinero. En el 8º, explico la catedral como Primer Banco Central. Al hilo de lo expuesto más arriba, sería conveniente que los viérais.
PD 2: Cada día entran a esta web 25.000 personas de todos los países de habla hispana (incluido Estados Unidos). Si durante las próximas dos semanas, cuando nos encontremos con un cura por la calle, cada uno de nosotros aoordáramos al menos una sola vez a un párroco y -con toda la educación y respeto porque casi con seguridad no tiene nada que ver con estos crímenes- pero eso sí, con firmeza, le expusiéramos la existencia de este Tribunal Internacional de Derecho Natural, os aseguro que antes de acabar junio ocurría “algo” dentro de la iglesia.
Como hay que predicar con el ejemplo, os contaré lo que me suceda cuando me encuentre con alguno de los curas de las varias parroquias que hay cerca de mi casa. Espero vuestras noticias.
¿Queríais una Misión para cambiar el Mundo? Aquí la tenéis.
PD: En el 6º capítulo de la serie Dinero y dios, explico el cometido de los rituales de sacrificios de niños dentro de la élite que emite el dinero. En el 8º, explico la catedral como Primer Banco Central. Al hilo de lo expuesto más arriba, sería conveniente que los viérais.
PD 2: Cada día entran a esta web 25.000 personas de todos los países de habla hispana (incluido Estados Unidos). Si durante las próximas dos semanas, cuando nos encontremos con un cura por la calle, cada uno de nosotros aoordáramos al menos una sola vez a un párroco y -con toda la educación y respeto porque casi con seguridad no tiene nada que ver con estos crímenes- pero eso sí, con firmeza, le expusiéramos la existencia de este Tribunal Internacional de Derecho Natural, os aseguro que antes de acabar junio ocurría “algo” dentro de la iglesia.
Como hay que predicar con el ejemplo, os contaré lo que me suceda cuando me encuentre con alguno de los curas de las varias parroquias que hay cerca de mi casa. Espero vuestras noticias.
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Fuente:http://www.rafapal.com/?p=26260
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