"EL MEDIO AMBIENTE ESPACIAL ES EXTREMO"
Foto: CFA
MADRID, 3 Jun. (EUROPA PRESS) -
La vida en el universo podría ser aún más rara de lo que se piensa. Recientemente, los astrónomos que buscan mundos potencialmente habitables se han dirigido a las estrellas enanas rojas porque es el tipo más común, que comprende el 80 por ciento del Universo. Pero un nuevo estudio muestra que las inclemencias del tiempo espacial podrían despojar de su atmósfera a cualquier planeta rocoso que orbita en la zona habitable de una de estas estrellas.
"Un planeta que orbita una enana roja se enfrenta a un entorno espacial extremo, además de otros factores de estrés como la fijación de marea", ha señalado el experto del centro Harvard-Smithsoniano, Ofer Cohen.
Según ha explicado, durante la presentación de este estudio en la Sociedad Astronómica Americana, la Tierra está protegida contra las erupciones solares y el clima espacial por su campo magnético. Al igual que los escudos de la nave estelar Enterprise, el campo magnético de la Tierra desvía los rayos de energía entrantes.
Las estrellas enanas rojas son más pequeñas y más frías que el sol. Para estar en la zona habitable de esta estrella un planeta tendría que estar mucho más cerca de lo que la Tierra está del Sol. Como resultado, el planeta estaría sometido a un severo clima espacial.
Trabajos anteriores han analizado el impacto de las erupciones estelares de una enana roja en un planeta cercano. Por el contrario, la nueva investigación analiza el efecto de vientos de dirección constante de la enana roja estelar. Para ello, el equipo ha utilizado un modelo informático desarrollado en la Universidad de Michigan para representar tres enanas rojas con planetas conocidos orbitando.
Al examinarlos, encontraron que incluso un campo magnético similar al de la Tierra no podría proteger necesariamente un mundo en la zona habitable de un bombardeo continuo del viento de la estrella. Aunque hubo momentos en los que los escudos magnéticos del planeta se mantuvieron firmes, pasó mucho más tiempo con ellos en estado débil.
"El medio ambiente espacial cercano a los exoplanetas es mucho más extremo que al que se enfrenta la Tierra", ha explicado otro de los autores del estudio, Jeremy Drake. "La consecuencia final es que cualquier planeta potencialmente habitable tendría un ambiente despojado de estas características", ha reconocido.
Este clima espacial extremo también podría desencadenar espectaculares auroras, o luces del norte. La aurora en un planeta que orbita una enana roja podría ser 100.000 veces más fuerte que las de la Tierra.
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