Durante la buenísima fiesta de Nochevieja en la Pedriza (con meditación merkaba incluida), plagada de buenas conversaciones, me vino a la cabeza la función real de los sueños: en los sueños deberíamos crear la realidad que vamos a vivir al día siguiente (o en los meses sucesivos).
Es decir, si estuviéramos en una sociedad sana, deberíamos estar soñando casi permanentemente sueños bonitos que luego materializaríamos pero como tenemos ese bagaje de sufrimiento por generaciones (y el actual, obviamente), a menudo nos vamos a la cama angustiados por el mañana y la lucha cotidiana por sobrevivir mientras nos depredamos los unos a los otros y acabamos soñando cosas malas que nos van a suceder. Por no hablar de los mensajes subliminales que nos cuelan diariamente, por supuesto.
En otras palabras: los magos negros nos poseen desde el inconsciente: ese es el poder de la publicidad, el cine, las canciones MK Ultra y demás. Se meten en nuestro inconsciente y desde allí nos roban el sueño. De ahí la expresión “me quita el sueño”, cuando decimos que una preocupación nos roba el descanso (el periodo de “punto cero” en el que creamos nuestra realidad).
El problema de la gente que no es capaz de imaginar la libertad del ser humano (y continúa desconfiando de Putin y del BRICS) reside pues en su inconsciente; en los traumas que atesora y que le han dejado bloqueado para volver a confiar en el Bien. Por eso están enganchados en la desconfianza y se niegan a volver a confiar en el Bien, en la victoria de la Justicia. No son dueños de sus sueños: los magos negros les poseen.
En otras palabras: la incapacidad de creer en el Bien es un Programa MK Ultra.
Y este no es un asunto en absoluto baladí: para que venga un mundo mejor, hace falta imaginarlo (como bien sabe la cuántica) y el problema es que en un asunto que atañe a la Humanidad, la necesidad de visualización es, consecuentemente, global. Si mucha gente no sólo no es capaz de imaginarlo sino que lo rechaza, entonces, no se consigue, por lo que todas las personas que continúan desconfiando de Putin y el BRICS están impidiendo que la Humanidad, de hecho, se libere (por eso, obviamente, hay tantos vídeos y noticias propagandísticas en contra).
Es decir, que como reza el titular de este artículo: nos están robando el Sueño, el sueño más grande que haya imaginado la Humanidad.
En otras palabras: los magos negros nos poseen desde el inconsciente: ese es el poder de la publicidad, el cine, las canciones MK Ultra y demás. Se meten en nuestro inconsciente y desde allí nos roban el sueño. De ahí la expresión “me quita el sueño”, cuando decimos que una preocupación nos roba el descanso (el periodo de “punto cero” en el que creamos nuestra realidad).
El problema de la gente que no es capaz de imaginar la libertad del ser humano (y continúa desconfiando de Putin y del BRICS) reside pues en su inconsciente; en los traumas que atesora y que le han dejado bloqueado para volver a confiar en el Bien. Por eso están enganchados en la desconfianza y se niegan a volver a confiar en el Bien, en la victoria de la Justicia. No son dueños de sus sueños: los magos negros les poseen.
En otras palabras: la incapacidad de creer en el Bien es un Programa MK Ultra.
Y este no es un asunto en absoluto baladí: para que venga un mundo mejor, hace falta imaginarlo (como bien sabe la cuántica) y el problema es que en un asunto que atañe a la Humanidad, la necesidad de visualización es, consecuentemente, global. Si mucha gente no sólo no es capaz de imaginarlo sino que lo rechaza, entonces, no se consigue, por lo que todas las personas que continúan desconfiando de Putin y el BRICS están impidiendo que la Humanidad, de hecho, se libere (por eso, obviamente, hay tantos vídeos y noticias propagandísticas en contra).
Es decir, que como reza el titular de este artículo: nos están robando el Sueño, el sueño más grande que haya imaginado la Humanidad.
Fuente: http://www.rafapal.com/?p=82762
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.