martes, 23 de diciembre de 2014

ADN

ADN




Este lugar es para aquellos que siendo buscadores de la verdad aún no lo saben, pero sienten en lo profundo de su ser que algo no encaja en el puzzle de sus vidas, es el inicio de la búsqueda del camino que luego recorrerán en solitario, pues fue marcado exclusivamente para cada uno de nosotros con el ADN de la creación. Como cualquier ser viviente, el universo tiene una partícula base inicial, en donde se encuentra la información de toda su creación y estructura. En los seres vivientes esa partícula se encuentra en el ADN, en cuyos genes se guarda la matriz de la vida. Éste contiene toda la información del individuo, no siendo en realidad el individuo, pero si se conoce el proceso, usted puede “clonar” a la persona logrando una copia exacta de la misma. ¿Por qué sucede esto? Porque nuestra naturaleza como la de cualquier forma animada e inanimada es holocuántica. Somos energía condensada holocuánticamente. Nuestra esfera de consciencia lleva la información necesaria para el proceso de creación, somos el ADN del Do. Por algo el segundo choque consciente (fa-mi) de la primera octava fue la vida consciente en el universo. Este no podía ser creado sin el ADN correspondiente.


Su ADN contiene su frecuencia personal correspondiente a su serie y modelo. En su composición molecular, el Ser está formado por energía electromagnética, luz en muy alta frecuencia vibrando a niveles muy superiores a los rangos conocidos, a tal punto que le es dada su característica adimensional a través de ese rango. Su genética está dada también por su rango, y es la más alta de este universo, 33 pares de cromosomas forman su ADN distintivo, y representa su edad espacial con respecto a cualquier otra forma de vida de este universo. Por eso dicen de forma esotérica, que la edad de Cristo era de 33 años, porque representa la edad espacial del Ser Cristo. Esos 33 pares de cromosomas, diez más que los de las UdC, son los que le dan al Ser las características espirituales superiores y la capacidad de trascender toda materia. El mismo sol como avatar del Demiurgo tiene una matriz de 7 por 7 para la creación material, y una de base 12 por 12 para su manifestación física-espiritual, y la unidad de carbono tiene una matriz de base 2 por 2 (ADN) para la creación material (procreación) y una matriz de base 4 por 4 para su manifestación física-espiritual. Por consiguiente el sol dispone de toda la cadena matricial de creación, desde la de base 2 por 2 hasta la cúbica, de (X) por (X) por (X) en su interior. El sol es el óvulo del sistema solar de donde nace la vida de su círculo de influencia. Como manifestación material, el sol es una central electromagnética de energía fría de punto cero, encargada de transmitir los paquetes de datos para la creación o transformación de la vida. Estos contenedores, digamos en formato .rar o .zip, contienen las directivas matriciales para la creación o modificación de las matrices más simples, como la de base dos por dos del ADN.


Si el conocimiento es adquirido desde la consciencia del Ser, queda grabado no sólo en la librería de horizonte de esa línea temporal, sino también en la memoria genética del ADN para ser recuperado por posteriores conexiones de otros Seres en forma de intuición. Nosotros recuperamos la memoria genética de generaciones anteriores que fueron conscientes en la adquisición del conocimiento y lo transformaron en sabiduría. El Ser como individualidad no necesita la información, ni el conocimiento de sus existencias, pues es la fuente misma de la sabiduría. Ahora, si el conocimiento no es adquirido desde la consciencia del Ser, sino desde la inconsciencia del ego, éste queda grabado en burbujas mentales en el Quantum, que existen mientras exista el alma, que puede sobrevivir al cuerpo físico muchas generaciones enlazada al alma colectiva, sobre todo si el sujeto carecía de espíritu, pero tarde o temprano, ésta también perece y el conocimiento encapsulado en las burbujas se pierde diluyéndose entre el mar de información del sustrato “e”. Sin la consciencia no habría diferencia entre materia y energía. Claro que ahora estamos en el pantanoso terreno filosófico y especulativo, porque, ¿Cómo comprobamos científicamente la existencia de la consciencia? La respuesta para salir de la filosofía y entrar al campo de la realidad es muy simple, pero rotundamente negada por la ciencia. “La consciencia se comprueba por la previsibilidad de la materia”. ¿Qué quiero decir con esto?, Que un olmo no da peras. No porque el olmo sea consciente de sí mismo, sino porque la energía que compone la materia que forma al olmo, es la que posee dicha consciencia. La energía es consciencia, todo es consciencia y energía. Y si la energía no fuera consciencia (llámele ADN o como quiera), el olmo daría peras, y mañana quien sabe qué otra cosa.


Los tres párrafos anteriores están formados por partes de distintos artículos donde se hace alusión al ADN, y que si los unimos con cierta lógica, describen fácilmente la naturaleza del ADN y su propósito, como también porqué es considerado información consciente. Ahora veremos en detalle su estructura dimensional para comprender su funcionamiento en la materia. Comencemos desde lo más simple que expuse en su momento: “Los genes inactivos de nuestro ADN, (la considerada basura genética), son los correspondientes a las especies que fueron utilizadas para su creación, y los activos, son la consecuencia de esa amalgama extraterrestre, nosotros el Pasú.” Dejemos de lado los 23 pares de cromosomas activos conocidos, y centrémonos en los pasivos, el 97% según la ciencia oficial. Para comprender su funcionamiento tiene que verse al ADN no sólo como un reservorio de información e instrucciones, sino como un algoritmo en cuya resolución se encuentra la plantilla de la vida conocida. Todo el ADN es información consciente de sí misma, y es el mismo para todas las formas de vida biológicas del planeta, nosotros tenemos el mismo ADN que cualquier otra forma biológica, y lo que nos diferencia es la forma en que se activan los cuatro millones de interruptores conocidos que lo componen, para que sea el genoma de un humano o de un helecho. Para que esto sea comprensible tiene que verse en “capas dimensionales” donde cada capa es el límite del horizonte de eventos conocido, que contiene a la forma reproducida, en otras palabras, el campo mórfico de la materia.


Un campo mórfico es una superficie espacio-dimensional que limita y contiene las formas de la materia, y está formado por energía electromagnética moldeada por el límite del horizonte de eventos. Por ejemplo, un campo mórfico es lo que limita y le dice al ADN hasta donde tiene que crecer una pera para que el peral la contenga hasta que madure. Si la pera creciera hasta el tamaño de un zapallo, se caería antes de madurar. Un campo mórfico es el molde de la creación, es lo que no se ve pero está, es la plantilla de las formas para que un caballo no tenga plumas o un ave crines. El campo mórfico es la consciencia del ADN para que la información tenga orden dentro del caos de la información consciente. Visto desde este punto el 97% del ADN considerado “basura”, es realmente la parte más activa e importante del mismo, y es el verdadero depositario de la creación, mejor dicho, de nuestra creación. Por tal motivo su reprogramación debe hacerse desde el campo mórfico y no desde su manipulación genética como la ciencia está haciendo, pues modifican la estructura pero no las formas. La única manera de llevar a cabo dicha modificación, es diseñando las nuevas plantillas mórficas por ingenieros áureos que manejen los límites de los horizontes de eventos, las capas dimensionales de la materia, y no la estructura física y genética de la misma.


Anoche nos reunimos con la intención inicial de reabrir el CIFE y con el propósito final de expandir nuestras consciencias para que abarquen los mundos superiores del espíritu y el Ser, de forma que podamos ver aún más allá de lo que ya vemos. Esto tiene que comenzar primero con la modificación de los campos mórficos de la esfera, permitiendo que nuestra consciencia se transforme en información consciente hasta que el proceso termine modificando los interruptores necesarios de nuestro ADN, para que tengamos la posibilidad de dar un paso más hacia nuestra total y completa anarquía, que termine por liberarnos de nosotros mismos. PLB (Garrafa) dijo: “después de casi 30 años, tomé consciencia de lo importante de nuestro camino compartido, donde hablábamos y veíamos cosas que recién hoy están pasando y saliendo a la luz pública por primera vez”, esto no podría haber sucedido si nuestro ADN se hubiera limitado al contorno que nos impusieron las fuerzas que limitan la expansión. Hoy es tiempo de reabrir sus propios y particulares CIFEs en donde comenzar a trabajar con su ADN hasta moldear su consciencia y salir de su limitada y acotada plantilla tridimensional. ¿Cual es la energía y la herramienta que se necesita para comenzar?, pues la energía de la responsabilidad, voluntad y perseverancia, ejecutada con la herramienta segura de la consciencia del Ser. Sesenta y cinco millones de años atestiguan el éxito de esta empresa, pese a todos los intentos de impedirlo.


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