Hay dos tipos de comprensión, la subjetiva y la general. La primera corresponde a las palabras, cuyo significado es interpretado según la asociación y conveniencia del ego de la consciencia artificial del “yo” en curso, de ese momento. La segunda le corresponde al silencio, donde no existen las palabras como tales, sino como energías disparadoras de profundos recuerdos del Ser. En ese silencio es donde se comprende verdaderamente aquello que de otra forma sería imposible de asimilar por los medios tradicionales, donde toda palabra e idea quedaría encapsulada en un entorno literal y filosófico inalcanzable, donde todo sonaría muy lindo, profundo y poético para el ego, que entonces se refugiaría en el tibio regazo de su falsa y segura comprensión. Hace tiempo que me cansé de las palabras vacías de significado, que nunca daban una respuesta clara a los acontecimientos de la vida, porque en realidad no la tenían, y dejaban, el amargo gusto del peso de la ignorancia y la confusión de la comprensión o la engañosa ilusión de la profundidad de la sabiduría del iluminado. Sin embargo hace tiempo que comprendí que las palabras también eran necesarias para transmitir el conocimiento, o la idea de un concepto, verdad o pensamiento, aún a riesgo de cometer el mismo error que condenaba. Por eso decidí decir sin decir, utilizar el lenguaje para activar sus recuerdos, y que su Ser fuera el que les enseñara el idioma de la comprensión. El único idioma que puede comprender lo incomprensible, y transformar las palabras en energías que le transmitan el verdadero significado, es el silencio, el lenguaje de los pájaros. La paradoja 13 Hz tiene que ser comprendida desde ese punto adimensional del silencio, sino, toda palabra aquí expuesta será en vano y la comprensión de la paradoja, y la comprensión entre ustedes, directamente imposible.
Quiera aceptarse o no, todo esto tiene que ver con energías en forma de luz y frecuencias. Como a cada color le corresponde un determinado rango de vibración (frecuencia), cada realidad responde también al mismo principio vibracional de la luz, y le corresponde una determinada frecuencia base, que la diferencia de la otra. Como una radio o un televisor precisa un selector para cambiar de emisora o canal, nosotros también lo necesitamos para sintonizar las distintas realidades (universos) que habitamos. Nuestro sintonizador en este caso, es la frecuencia en que vibra nuestra esfera de consciencia y la orientación de su vector espacio-temporal angular. Esto fue conocido por las culturas hiperbóreas y orientales desde siempre, y por muchos de nuestros ancestros más contemporáneos como las culturas mayas, hopis, etc. También es conocido por la elite y estudiado por la ciencia no tradicional y los proyectos secretos del gobierno Americano. Aunque pareciera ser complicado, en verdad es muy simple, ese vector angular espacio-temporal representa la sintonía del universo o realidad subjetiva que se encuentra sintonizada. Para dar un ejemplo de ello tomemos una emisora de radio imaginaria cualquiera, cuya frecuencia de transmisión es 99.9 MHz, junto a ella en el mismo espacio y tiempo, transmiten infinidad de otras emisoras radiales que se diferencian entre sí por la frecuencia de transmisión. Supongamos que otra emisora está transmitiendo a 100.1 MHz, con tan solo con variar el dial 0.2 MHz, usted sintoniza otra radio y escucha otra música. En el caso del vector angular espacio-temporal de la esfera de consciencia es igual. Tomando como ejemplo lo dicho en el artículo anterior, “Todo está en nosotros, la Matrix 7.82 la 15.64 o cualquier otra, está en nuestro interior, en un espacio-tiempo vectorial angular de 0,1428571428871429º de una esfera de radio cero y espacio infinito, conocida como “la esfera de consciencia”. El vector angular espacio-temporal (vaet) de 0,1428571428871429º define en que universo u octava particular usted se encuentra. Tomando como base la Matrix 7.82, cuyo parámetro diferencial en este caso es tomado como uno (1), el vaet correspondiente sería 1/7 = 0,1428571428571429º, si la esfera se encuentra orientada en 0,1428571428871429º, y le restamos 0,1428571428571429º tendríamos una diferencia de 0,00000000003º vaet, que sería en este caso una diferencia de 0,00000000021 con respecto a esta realidad 3D cuyo valor representativo se toma en este caso como 1. El cálculo completo para este caso sería el siguiente:
1/7=0,1428571428571429
0,1428571428871429º - 0,1428571428571429º = 0,00000000003º =diferencia vectorial
0,1428571428871429 * 7 = 1,00000000021.....
1 - 1,00000000021 = 0,00000000021 = diferencia dimensional
Usted estaría en un universo u octava dimensional diferente a la anterior. Esa pequeña diferencia es suficiente para que su esfera de consciencia experimente un cambio significativo en la percepción de la realidad. Todo esto tiene que ver con las octavas o fractales, su frecuencia y forma de desplazarse. Cada vez que uno toma una decisión en un punto de inflexión, el vaet cambia y su realidad también. Les recomiendo releer “señales en el camino”. El punto de inflexión de la Matrix en nuestro caso es aproximadamente 13 Hz, pero aquí aparece la paradoja de la ecuación de elección, porque no hay forma de evitar llegar a ese punto por más que se modifique los acontecimientos de la octava. Todas las líneas espacio-temporales (realidades) convergen en un punto adimensional de un determinado vaet, correspondiente a dicha frecuencia. ¿Qué quiero decir con esto? Que es inevitable el suceso de cambio de Matrix porque ya pasó. Nada puede evitarlo ni posponerlo, y todo intento de cambiar el curso de los acontecimientos es vano, porque no hay forma de cambiar a una realidad donde esto no suceda.
Si la Matrix 7.82 es tomada como 1, y la próxima Matrix u octava de creación es la 15.64, el número que le correspondería sería 2 que es el doble de 1, una octava completa, como 15.64 es el doble de 7.82. Si dividimos 2 en 7, 2/7 sería igual a 0,2857142857142857º vaet y tendríamos 0,1428571428571428º vaet de diferencia para cambiar a la nueva Matrix 15.64. Esa diferencia son las distintas realidades o universos por donde se mueve nuestra consciencia a medida que nos acercamos o no, al punto cero, donde el Ser es el mismo pero la unidad de carbono y su consciencia diferente. Pero a los 13 Hz, no hay regreso, todas las realidades convergen en un acontecimiento espacio-temporal adimensional de 0 vaet, es como si el espacio y el tiempo se detuvieran, por un momento, para dar comienzo a la nueva Matrix y a la vez a la vieja Matrix. Es el choque (fa-mi) de la vieja octava, y el (si-do) de la nueva, es el punto de inflexión donde se producirán los dos posibles escenarios, el trágico de la 7.82 y el resplandeciente de la 15.64, en esa paradoja de 13 Hz se producirá la cosecha de la 7.82, y la siembra de la 15.64, y nada podremos hacer, más que tratar de ser sembrados y no cosechados. El gran temor de los oscuros es eso, la paradoja 13 Hz. y su inevitable consecuencia. Brillemos como nuevas semillas, y no como gustosos frutos y todo resultará en un hermoso amanecer del despertar de la consciencia y el Ser, porque los frutos serán cosechados pero sus semillas serán plantadas. La paradoja 13 Hz, vector angular espacio-temporal 0 radio 0 espacio 0 (0,0,0), la singularidad inicial de un nuevo universo.
Las matemáticas y números aquí expuestos, no reflejan su verdadero y completo significado, son sólo analogías a manera de comprensión. Su correcto significado, algoritmo y valor se encuentran en el CERN y en DARPA.
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